viernes, 4 de noviembre de 2016

Principios

Al principio los sueños eran caóticos; poco después fueron de naturaleza dialéctica.
Las ruinas circulares. JLB.

El tiempo corría lentamente, y sin embargo en su interior los días pasaban como el agua en un arroyo, crecido por las lluvias de marzo. Un segundo del mundo, eran horas de olvido propio y meditación. La concentración; exigencia de la época, le acompañaba poco en las cuestiones más simples de la vida. Un pájaro volando o un bajo reptil jamás visto le ilusionaban más que los correctos logros que la ortodoxia e inercia con los años le podrían a su vida.

La banalidad, propia de todo lo existente abarcaba sus días, con la cálida alegría que lo llano y conocido proporciona, como la trampa expuesta que por estarlo, se dibuja menos peligrosa, y que por cándidos pisamos sin saber. Con la sensación, limpia y turbia, reconfortante sin duda, de haber llegado.

Hoy, no es distinto. Los días pasan, las dudas llegan y se marchan, los años (la vida) se van, y las preguntas, aquellas persistentes y duras muestras de inutilidad, existen nuevamente en el interior que informa los hechos que descubre y presenta al mundo.

Inquisiciones, hechos, rutinas; Inquisidores, ejecutores y personas (tú).